Las propuesta teatrales biógraficas tiene varios senderos donde cobijarse, una de ellas es trazar un relato apegado a la historiografía más sería y fundada, usando técnicas y espacios y tenores dramáticos más clásicos, otra es generar polémicas trastornando los ejes del relato según la óptica de los realizadores, entre ambos hay infintivos caminos, pero lo que llama la atención del montaje Dentro mío, la tempestad, reciente estreno en el Teatro del Puente, a cargo de la compañía Teatro Fauna, es la “tempestad” tecno-audio- visual donde asentaron el relato sobre la vida de Albertine P. famosa lesbiana británica quien para no casarse obligada con quien no quería, decide cortarse su seno izquierdo, la acción transcurre en plena época victoriana del siglo XIX.
La pieza -escrita por Francisca Molina con dirección de Adams Pino y Francisca Molina- está asentada en un trabajo investigativo profusamente documentado, basado en cartas, biografias, diarios de vida, estudio de aspectos culturales, sociales, costumbres y normas de conducta de la época, incluye asesoría de una experta de la Embajada del Reino Unido que también parece en una pantalla, semeja un despacho en vivo teatralizado.
El relato se estructura bajo una tecnología multi efectista basada en un nutrido juego de luces, animación digital, voz en off, imágenes audiovisuales, teatro de sombras, máscaras, disfraces, etc. A eso se suma la rotura del lenguaje, debido a garabatos, modismos y giros idiomáticos tanto anglo como chileno que resaltan estados de ánimo de los personajes.
La narración de a poco cobra mucho vuelo porque la dinámica tecno visual es permanente y fluida, procura humor y muchas sorpresas, a ratos se instala una curiosa empatía entre los espectadores con esta ironía británica, el texto ahonda la tremenda tensión interior que experimenta Albertine quien ama a una mujer y por ese amor lucha con todas sus fuerzas.
Asombrada el equilibrio entre tanta profusión de efectos tecnovisuales, actores y actrices se mueven con comodidad por esos curiosos pasillos donde conviven varios mundos en simultáneo, (estética barroca, tecnología varias, dos idiomas), pero todo exceso tiene su costo; a ratos, la historia de Albertine se debilita levemente, su hermoso rostro rebelde se va enjuagando entre múltiples proezas tecnológicas, es imposible no debilitar las fibras interiores de esta mujer, (como protagonista de un relato teatral) que prefirió mutilar su cuerpo antes de obedecer los dictámenes de su familia.
ACTORES TEMPESTUOSOS
El texto escrito por Francisca Molina (autora también de Huacha de Madre) tiene muchos momentos de gran tensión y profundidad emocional, incluso no renunciando al humor, cobran inusitado brillo las escenas entre Libertine y su amante mujer, con su criada mayor, así como con el hombre con quien debería casarse. Hay varios monólogos muy chispeantes y poco convencionales, a eso se suma un desopilante cabalgata de humor bilingüe.
Molina logra diálogos donde late la vida íntima de esta gran mujer lésbica, vemos a Albertine, suave, fuerte, altanera, valiente, lúcida, es una luchadora épica que se sabe auténtica en sus sentimientos, sabe que debe luchar contra un sistema moral que viola su intimidad (! estamos hablando de finales del siglo XIX !).
La dirección a cuatro manos, entre Adams Pino y Francisca Molina, es una conjunción que sostiene sólidamente este edificio que funde muchos efectos técnicos-visuales con una narrativa sólidamente construida, las voces y las luces, las imágenes y los brillos, las emociones y las risas, conviven aún cuando el costo sea alto.
Un aspecto sobresaliente son las actuaciones, Albertine P. está corporizada por Angela López, quien despliega ese innato carácter indomable de esta gran mujer, López posee una presencia escénica bullante e intensa, incluso cuando se “sale del rol ” (incitada por la tecnología) sigue siendo Albertine. Otro punto alto es el trabajo actoral de Diego Sánchez, que interpreta un perro feroz (Lancelot) que cruza el escenario husmeando y calibrando su ferocidad, un derroche de talento para aplaudir. Lo mismo cabe para Javiera Solano, Sebastián Rubio, Catalina Delgado y Mariana Muñoz, sus trabajos poseen una calidad indesmentible.
Imposible no destacar el diseño integral a cargo de Tobías Diaz, el diseño sonoro de Gabriel Delgado y la exigente animación digital, creación de Gonzalo Henríquez.
COORDENADAS
Funciones del 28 de julio al 13 de agosto miércoles a domingo a las 20:00 horas
Entradas $4.000 estudiantes y tercera edad $6.000 público general.
Sólo venta digital en Ticketplus.cl: https://ticketplus.cl/events/dentro-mio-la-tempestad
FICHA ARTÍSTICA
Dirección: Adams Pino y Francisca Molina
Dramaturgia: Francisca Molina
Diseño integral: Tobías Diaz
Diseño sonoro: Gabriel Delgado
Animación digital: Gonzalo Henríquez
Producción: Teatro Fauna
Elenco: Angela López, Javiera Solano, Sebastián Rubio, Catalina Delgado, Diego Sanchez y Mariana Muñoz
Edad recomendada: +13
