Con obras de Ravel, Mahler y Soro, Maximiano Valdés vuelve a tomar la batuta en el Municipal de Santiago

  • El 20, 22 y 24 de octubre, el director chileno conducirá a la Orquesta Filarmónica de Santiago en el noveno concierto de la temporada del Teatro Municipal de Santiago, en un programa que contempla la Danza fantástica, de E. Soro; Ma mère l’oye, de M. Ravel; y la Sinfonía Nº4 en Sol mayor, de G. Mahler, que contará con la actuación de la soprano Paulina González.

“Érase una vez”. Así se titula la próxima apuesta y el noveno concierto de la temporada del Teatro Municipal de Santiago. Una cita musical que invita a adentrarse en un mundo fantasioso y que tendrá como protagonista al reconocido director chileno Maximiano Valdés, en su gran retorno al frente de la Orquesta Filarmónica de Santiago

El 20, 22 y 24 de octubre, el público podrá disfrutar de un programa que abre con la enérgica y vibrante Danza fantástica del famoso compositor nacional Enrique Soro y continúa con Ma mère l’Oye, de Maurice Ravel; y la Sinfonía Nº4 en Sol mayor, de Gustav Mahler, la que además contará con la actuación de la destacada soprano nacional Paulina González.

“La idea principal del programa es como un niño percibe el mundo que le rodea y se explica las realidades que llegan a su conciencia. La imaginación propia de los niños está presente en ambas obras. Esto no quiere decir que todo es alegre e inocente, porque hay momentos trágicos y heroicos. Todo ellos sin embargo se interpretan de manera simple y con candor. Por otra parte, la Danza Fantástica de Soro es una pieza brillante, breve y perfecta para abrir todo el programa”, señala el director Maximiano Valdés.

Originalmente pensada para ser el tercer movimiento de la Suite per orchestra d’archi, la Danza fantástica de Enirque Soro se estrenó en 1905 en el Teatro Municipal de Santiago. Esta pieza destaca por una gran inventiva melódica, una armonía clara y efectiva y por el uso de un lenguaje instrumental que, aunque decididamente enraizado en el Romanticismo, parece fresco y original. Su compositor la adaptó a diversos formatos que incluyen cuarteto de cuerdas con piano; para dos violines, cello y piano; para piano a cuatro manos y, finalmente, para orquesta sinfónica.

En tanto, Ma mère l’Oye de Maurice Ravel fue estrenada en 1910, en el marco de los conciertos de la Société Musicale Indépendante. De estilo impresionista, está inspirada en cuentos de hadas y fue dedicada a los hijos de un matrimonio amigo del músico francés. En ella, Ravel da rienda suelta a su sensibilidad y potencial evocativo y expresivo. A través de distintos recursos y técnicas, consigue casi pintar con sonidos las atmósferas de las distintas escenas narrativas.

Por otro lado, la Sinfonía Nº4 en Sol mayor de Gustav Mahler se inserta en el posromanticismo. Fue interpretada por primera vez en 1901 en la Kaim-Saal, con el mismo G. Mahler dirigiendo la actual Orquesta Filarmónica de Múnich. Sus orígenes se remontan al lied La vida celestial, una canción para voz y orquesta que el compositor y director austriaco adaptó a partir de un poema que describe la visión que un niño tiene de la vida en el cielo.

Más información y entradas en www.municipal.cl

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